Casos Reales
Ahora bien, el robo de identidad se da tanto en la vida real como en las redes sociales. Cuando a uno le roban la cartera con su documento de identidad o tarjeta de crédito y realizan compres en su nombre, ha sido víctima de un robo de identidad.
Con la generalización del uso de los servicios on-line se produce un nuevo fenómeno, el robo de identidades digitales. Este robo no siempre persigue un perjuicio económico, a veces tiene como finalidad espiar lo que se hace o se dice, robar datos confidenciales o manchar el nombre de una persona.
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Jon, 19Redes sociales
Jon intenta acceder un día a su cuenta de correo electrónico y no lo consigue. Repite una y otra vez su contraseña, pero esta parece invalidada. Lo mismo le ocurre con su perfil en Facebook. Él sabe que no ha olvidado la contraseña, es muy sencilla, siempre utiliza la misma, precisamente para no olvidarla la compuso con sus iniciales y el año de nacimiento.
Tras varios intentos para acceder a sus cuentas o para recuperar la contraseña sin éxito, piensa que el sistema estará estropeado y que ya lo volverá a intentar en otro momento.
Cuando vuelve a casa su hermano Ander se muestra enfadado con él, no entiende cómo ha podido publicar en Facebook unos comentarios tan hirientes sobre su profesor, piensa que ha perdido la cabeza, que se ha metido en un gran lío y que también le va a perjudicar a él.
Jon no sabe de qué habla, él ni siquiera ha podido acceder hoy a su perfil de facebook, así que alguien está utilizando su perfil para hablar en su nombre, para suplantarle.
Lo primero que tiene que hacer Jon es ponerse en contacto con el servidor de Internet y comunicar el suceso, para que bloqueen su perfil. También debería ponerse en contacto con el profesor para que conozca las circunstancias de lo sucedido. Y, si piensa que las declaraciones pueden ser constitutivas de delito, debe presentar una denuncia.
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Amaya, 20Redes sociales
Al ir a pagar el autobús Amaya comprueba que no tiene el billetero en su bolso. Con sorpresa recuerda que lo ha utilizado hace escasos momentos en un centro comercial. Afortunadamente, siempre lleva un monedero con calderilla en el bolso y paga sin problema el autobús.
En el trayecto va haciendo memoria del contenido del monedero. Piensa que tan sólo tendría alrededor de 30€, el carnet de la biblioteca, y el bono del autobús. Aunque contrariada, decide que ni siquiera va a ir a denunciarlo a la policía porque está segura de que no va a recuperar nada.
Casi ha olvidado el incidente cuando recibe una citación policial para ir a declarar al Juzgado por la responsabilidad que se le imputa a causa de los daños ocasionados en un accidente de tráfico ocurrido en una ciudad próxima, en el que según testigos, la conductora se dio a la fuga, quedando su billetero en el vehículo. En el accidente resultó una persona atropellada, incautándose en el vehículo una serie de objetos presuntamente robados.
De nada sirve que Amaya insista que ni es su vehículo ni estaba en ese momento en la ciudad del accidente. La policía tiene orden de citación y arresto si hay oposición, porque su billetero, con su carnet de la biblioteca estaban en la guantera del vehículo.
¿Qué debe hacer Amaya?
Amaya debería haber solicitado, inmediatamente, la cancelación de su carnet en la biblioteca. Ello le habría permitido acreditar, en el mismo momento, el robo de su dinero y de sus datos. Al no hacerlo así, tiene ahora un problema de prueba; tendrá que acreditar dónde se encontraba en el momento del accidente y, a veces, las verificaciones no son sencillas.