Robo de identidad
El nombre, la dirección y la fecha de nacimiento proporcionan información suficiente para crear otro “tú”. Si expones públicamente mucha información sobre tu persona, facilitas el trabajo a los ladrones de identidad.
Si alguna persona dispone de información personal sobre ti, como número de DNI, dirección, número de cuenta bancaria, claves de acceso… podría suplantar tu identidad. Si esa persona utiliza tu información personal para realizar actividades con tus datos, como sacar dinero, hacer compras, solicitar créditos, está suplantando tu identidad.
El robo de identidad consiste en la utilización ilegal de datos personales para realizar un fraude o delito.
Si te roban la identidad, podrías figurar como responsable de actuaciones que no has realizado, podrían hacerte responsable de declaraciones que no has hecho, podrías recibir facturas pendientes de pago, y aparecer en un fichero de morosos, lo que impediría que te concediesen préstamos, tarjetas de crédito o un crédito hipotecario, y además podría transcurrir mucho tiempo hasta que se solucionase la situación.
Algunos daños que se producen:
- Pérdida económica: el ladrón de identidad, si dispone de datos de tu cuenta bancaria, puede sacar dinero de la cuenta, realizar compras, domiciliar contratos y contraer obligaciones en tu nombre.
- Pérdida de credibilidad: la actuación del ladrón de identidad puede consistir en crear una cuenta nueva en Internet con tus datos, generando contenidos a tu nombre, lo que se conoce como ciberacoso o ciberbullyng.
- Responsabilidad por delitos cometidos por el ladrón: puede identificarse ante la policía con la identidad robada y los delitos se te imputarán a ti.
Es importante prestar atención a los signos que indican que algo va mal:
- No encuentras documentos importantes o crees que te los han robado.
- No recibes los extractos bancarios o las facturas por correo.
- Detectas movimientos extraños en los extractos.
- Recibes facturas por la compra de productos que no has solicitado.
- Te deniegan tarjetas de crédito o un préstamo, injustificadamente.
- Recibes reclamaciones por deudas que tu no has contraído.
Para reducir el riesgo de ser víctima de un robo de identidad es necesario:
- Pensar en lo que se tira.
- Guardar los documentos personales en un lugar seguro.
- No llevar entre la documentación la partida de nacimiento ni el pasaporte.
- Triturar facturas y extractos.
- Comunicar a las organizaciones cualquier cambio en tus datos personales.
- Revisar los movimientos bancarios.
- Usar contraseñas seguras.
- No proporcionar información personal a través del teléfono o Internet, si no se tiene garantía de a quién se facilita y para qué.
- No dejar la sesión abierta en nuestro equipo o que alguien lo utilice sin nuestra supervisión.
Si sospechas que has sido víctima de un robo de identidad:
- Presenta una denuncia inmediata en la Comisaría.
- Si te ha desaparecido la cartera o documentación, si alguien ha entrado en tu casa o en tu coche indebidamente, comunícalo, también inmediatamente, a la policía.
- Ponlo en conocimiento de las entidades bancarias, cierra cuentas y anula las tarjetas de crédito.
Casos reales de Robo de identidad
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Jon, 19
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Amaya, 20